Vecino a la aldea del Rocío y situado en el curso bajo del arroyo del mismo nombre, el centro de visitantes La Rocina sirve, además, de punto de partida para el interesante sendero que recorre parte de su cauce.
Antigua casa-palacio, construida en la segunda mitad del siglo XX y que posteriormente ha sido adecuada para la difusión y el conocimiento del patrimonio etnográfico del Parque Nacional Doñana.
Cuenta con una exposición que versa sobre la importancia de este humedal para la conservación de un gran número de aves migratorias.
Es un paso obligado para todos los ornitólogos y amantes de la naturaleza que visitan este espacio único en el mundo.
Se desarrolla en varios trazados contiguos que permite organizar el recorrido en función de tus intereses.
Localizado en el centro de la Zona de Protección del Arroyo de la Rocina, en el Centro de Visitantes de La Rocina el área que va a visitar es un lugar apacible y sosegado.
El sendero comienza en el Centro de Visitantes El Acebuche, uno de los centros de visita del Parque de Doñana. A él se llega desde la carretera de El Rocío a Matalascañas.
Se podrán observar de cerca dos ejemplares provenientes del programa de cría en cautividad y seleccionados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Las lagunas del Huerto y las Pajas conforman un complejo del que también forma parte la laguna del Acebuche y que tiene su origen en el afloramiento de las aguas subterráneas.
La laguna del Jaral es un gran claro en un bosque de pinos. Este sendero requiere de un esfuerzo considerable, ya que discurre por terrenos arenosos con desnivel.
Un rosario de lagunas cosido por un hilo, Ribetehilo (hilera de riberas), marca el encuentro de dos sustratos geológicos diferentes.
El sendero dunar permite apreciar varios subsistemas, desde las zonas de dunas embrionarias en el borde de la playa, hasta el primer corral en la que aparecen árboles de gran porte.
Este carril cicloturista discurre a lo largo de uno de los paisajes más destacados del Parque Natural de Doñana: el acantilado El Asperillo, del cual toma su nombre.
Entre las poblaciones de Matalascañas y Mazagón se halla el Monumento Natural Acantilado del Asperillo, un sistema de dunas fósiles que se extienden a lo largo de doce hectáreas de costa.
Se trata de un conjunto de ejemplares, centenarios en su mayoría, distribuidos en la conocida como, Plaza del Acebuchal.
Un bosque de alto valor ecológico de 60 hectáreas de pinar donde se busca la relación de los visitantes con el medio natural.
Escenario que en Pentecostés se ve inundado de gentes y de fe.
En sus salas y sus vitrinas se exponen algunos de los elementos del patrimonio histórico-artístico de la Hermandad Matriz de Almonte.
Es un lugar muy interesante para quienes buscan la belleza y la tranquilidad que ofrece este increíble lugar, pudiendo además disfrutar de distintas zonas para la observación de la flora y fauna.
Aquí los turistas que llegan a la aldea podrán conocer mejor el sitio histórico de El Rocío, su cultura y tradiciones, así como obtener información sobre Matalascañas o Almonte.
La pasarela hasta la playa nos permite recorrer la duna del Asperillo hasta llegar al acantilado, declarado monumento natural por su alto valor geológico y ecológico. A pie de playa, el acantilado se prolonga a lo lejos, surcado por los regueros de agua que la tiñen.