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Saca de las Yeguas

Usanzas ancestrales en pleno siglo XXI

La Saca de las Yeguas es una de las tradiciones más emblemáticas del pueblo de Almonte. Aunque existen numerosas referencias históricas antiquísimas que atestiguan este evento como un acontecimiento ganadero ancestral, no es hasta 1504, cuando por medio de la Ordenanza del Duque de Medina Sidonia, se regulariza oficialmente. En aquella ordenanza aparece la figura del “yegüerizo” y se establece que el ganado se moviese de los prados acotados al efecto hasta Almonte, coincidiendo con la festividad de San Pedro, Patrón del pueblo.

La razón de dicho acontecimiento era doble. Por un lado, la celebración de una feria de ganado por San Pedro donde se vendían los potros y por otro, la trilla, en la que las yeguas funcionaban de molinos, en las eras, las cobras o tirando del trillo, para sacar el grano

Así, desde hace siglos, cada 26 de junio los yegüerizos almonteños van en busca del ganado que ha permanecido pastando durante todo el año en distintos enclaves del Espacio Natural de Doñana, para conducirlo hasta Almonte. Para ello, parten a la marisma dos días antes y tras una mágica noche, marcada por la amistad, el encuentro, las charlas, las anécdotas de faenas pasadas y cómo preparar la del día siguiente, y como no, bañada también por el buen vino y cante, se espera, con las voces rasgadas por el relente, los primeros rayos del sol para echar monturas y comenzar la recogida del ganado que se muestra reacio y rebelde, sin querer abandonar sus refugios.

Naturaleza y civilización fundidos en un rodeo hasta el pueblo

El rodeo comienza desde muy temprano y finaliza al mediodía. Consiste en que los yegüerizos, con la ayuda de su vara o chivata, van uniendo las tropas dispersas que vienen de diferentes zonas o parajes como la Vera, Los Sotos, Veta La Arena, etc… Una vez reunidas en tropas manejables, son conducidas a zona de marisma para hacer el gran rodeo y preparar su viaje hasta el pueblo. De camino al pueblo atraviesan la Aldea y a su paso por el Santuario de la Virgen del Rocío, los yegüerizos hacen una primera parada, para ser bendecidos por el sacerdote y rezar una salve. Tras vivir uno de los momentos más bellos del recorrido, el ganado continúa su camino dejando atrás la aldea rociera. Al caer la tarde, antes del arroyo Santa María, cerca de los Olivarejos, se produce otra parada para descansar y organizar el ganado en tropas, preparativos previos para la espectacular entrada en el pueblo de Almonte. Se llega así al momento cumbre, donde las tropas son conducidas por los yegüerizos a través de las calles almonteñas. Naturaleza y civilización se funden regalándonos uno de los paisajes más singulares e impactantes que podamos ver.

El recorrido finaliza al llegar al Recinto Ganadero “Huerta La Cañada”. Allí dará comienzo una Feria Ganadera durante la cual se le realizan varias faenas tradicionales como la tusa, que consiste en cortar las crines y la cola o el herrado de los potros, con el fin de preparar el ganado para su venta.

Unos días después, las yeguas serán conducidas de nuevo a sus fincas de origen en el Espacio Natural de Doñana donde permanecerán hasta junio del año siguiente. Con estas faenas se mantiene uno de los usos y costumbres tradicionales de la zona de una forma singular y única que asombra al visitante por su rotunda y natural belleza.

En cuanto al origen de esta raza el caballo marismeño se feminiza y generaliza pasando a denominarse Yegua Marismeña. Se trata de un ejemplar único por su morfología, de aquí que sea una especie y una raza autóctona de la zona. Las yeguas marismeñas suponen hoy en Almonte, además de la continuidad de un legado histórico, una marca de identidad, con lo que conlleva de valor social y cultural y en la actualidad esta raza cuenta con más de mil ejemplares.

Tanto el paso de las yeguas por El Rocío como la entrada, travesía y estancia del ganado en el pueblo de Almonte, atraen la atención de cientos de personas cada año, convirtiéndose en un espectáculo y experiencia única para los sentidos. Una ventana privilegiada a los orígenes de una tradición que aún hoy, gracias al pueblo de Almonte, galopa con fuerza.

Recientemente se ha llevado a cabo una importante campaña de promoción de este acontecimiento a través de carteles publicitarios en las estaciones de AVE de toda Andalucía. Por otro lado, desde hace ya ocho años, se viene celebrando un Concurso Fotográfico de la Saca de las Yeguas y se escogen tres fotos ganadoras. Todas las fotografías participantes se exponen en una sala y la fotografía agraciada con el primer premio será la que aparezca en el cartel anunciador de la Saca de las Yeguas del próximo año, además de recibir un premio en metálico. Cada año son más los participantes y las personas interesadas en visitar dicha exposición.

Por último, destacar con respecto a este evento que, en el BOE del 15 de febrero de 2012 se incluye la raza equina marismeña dentro del Catálogo Oficial de Razas de España como especie equina caballar en peligro de extinción; que gracias a esta tradición se conservan uno de los usos ancestrales propios del Espacio Natural de Doñana, considerada de las reservas naturales más importantes de Europa, siendo esta actividad única en toda Andalucía aportándole por tanto a la oferta turística de la comunidad un claro elemento diferenciador

Fuentes: archivos Ayuntamiento de Almonte, Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño y artículo de prensa José Mª Martín Boixo